Recomendaciones dietéticas básicas
Más allá de la COVID19, pensamos que es importante no olvidarse de otros temas de salud y seguir compartiendo nuestra opinión sobre otros temas que puedan ser de interés. De este modo, creemos que es básico y de primera necesidad, hablar sobre alimentación.
Ante todo, debemos entender que todo lo que ingerimos, o la fracción aprovechable de ello, se integrará en nuestro organismo, pasará a formar parte de nosotros. Así pues, el origen y la calidad de todos los macro y micronutrientes que ingerimos debe ser una prioridad. De igual manera, la forma de preparación de estos alimentos, la cocina, debe ser cuidadosa, preservando y potenciando los beneficios y cualidades de estos alimentos.
En cuanto al origen, y dentro de nuestras posibilidades, debemos apostar por productos ecológicos, y si podemos de agricultura biodinámica. Estos productos llevan un menor número de químicos, estan menos tratados y son más respetuosos con el medioambiente. La etiqueta de proximidad, tan esgrimida por algunas marcas, es un arma de doble filo y debemos tomarla con cautela. Significa menos transporte, más comercio cercano y sentido de comunidad, pero también debemos pensar el nivel de contaminación de suelos y aguas de las tierras de nuestro alrededor. El trabajo de la tierra puede ser en base a directrices ecológicas pero el ambiente mismo de la producción no.
Por otro lado, calidad de producto significa simplicidad y baja elaboración. El alimento simple siempre es el que se digiere mejor. Comprad, siempre que podáis, alimentos simples, fruta, verdura, cereales, producto animal, pescado, etc y animaros a elaborar todo lo que podáis en casa. De esta forma controlareis los ingredientes y la composición de alimentos básicos como pan, postres, repostería, guisos, etc, y evitareis el uso de precocinados y procesados.
En esta línea, cocina sana también significa manipular al mínimo los alimentos para conseguir nutrientes originales. Alimentos crudos y cocciones a baja temperatura (horno a baja temperatura, planxa, vapor) ayudan a mantener las estructuras proteicas y a no hidrogenar en exceso las grasas. Potenciar los alimentos elaborados con tiempo: horneado suave, vapor, fermentos. Toda gran fuente de calor o energía que ayuda a preparar alimentos de manera rápida, supone una mayor alteración en la estructura de los macronutrientes y una inactivación de muchas vitaminas. En este sentido, evitad todo lo posible el uso de microondas.
Y siempre, sed creativos. Aprovechad el ingenio y experiencia de diferentes culturas y épocas. Introducid alimentos y productos nuevos: algas, fermentos, superalimentos. Curiosead las recetas vegetarianas y veganas: aprovechad su uso de los frutos secos, algas y legumbres. Diversificad y enriqueced vuestro repertorio de recetas. Probad siempre cosas nuevas.
Como pautas básicas, recomendamos disminuir al máximo la ingesta de productos lácteos de vaca. Se han asociado al incremento de respuestas inflamatorias del propio organismo. Las proteínas de la leche de vaca son proteínas grandes, que implican trabajo al organismo para digerirlas y en pacientes con procesos inflamatorios suponen un empeoramiento del mismo en muchos casos. Recomendamos sustituir dichos productos por otros de animales más pequeños, cabra u oveja y en preferencia sus formas fermentadas, queso, iogurt y kéfir. Se ha observado que generan una flora intestinal más similar a la generada por la leche materna y tienen una mejor digestibilidad.
Del mismo modo recomendamos evitar el consumo de trigo. En los últimos 2000 años se ha ido modificando la planta y su proteína, el gluten, cada vez es más compleja. Mejor recurrir a otros cereales menos modificados, espelta, kamut, centeno o sin gluten como trigo sarraceno, mijo, arroz. Siempre todos ellos mejor integrales, para su digestión, ritmo intestinal y la absorción de carbohidratos. Del mismo modo, no abuséis del maíz, se ha modificado la planta para conseguir una mazorca de más de 20cm cuando en origen median 5-10cm.
Importantísimo también el uso de aceites vegetales de calidad. Aceite de oliva virgen extra primera prensada en frío es el estándar. Otros aceites de calidad y prensados en frío también son buenas herramientas para diversificar platos y sabores: aceite de coco, girasol.
Por último, os animo a probar algunos alimentos poco conocidos. La primera sugerencia es la levadura nutricional, rica en vitaminas del grupo B y minerales, podéis ponerla en ensaladas, papillas, sopas, iogurt. Tiene un sabor salado muy sabroso, os sorprenderá. Segunda sugerencia: kimchi. Fermentado de col coreano, picante i un punto ácido. Para comer de aperitivo, ensaladas, o en sopa (aún no lo he probado así). Buenísimo. Y por último las algas. Imprescindibles y variadas. Probad las nori, tan usadas en sushi, kombu o wakame para sopas o ensaladas (os recomiendo añadirle vinagre) o agar-agar, laxantes naturales.
Os dejo con nuestro documento de recomendaciones dietéticas básicas, donde encontrareis sugerencias y ejemplos concretos de todo lo que decíamos anteriormente. Esperamos que os sea útil.
https://drive.google.com/file/d/1ac6595z9x41AqTsnZEow_AWzIlyInSNH/view?usp=sharing
Nuestra experiencia con la homeopatía en esta epidemia de Coronavirus (COVID19)
Hace unas semanas que no escribíamos en el blog pero teníamos ganas de compartir con vosotros nuestra experiencia durante estas semanas con el brote epidémico de Coronavirus COVID19 que hemos vivido. Han sido días intensos, de bastante trabajo, telemático en muchos casos y menos visitas presenciales. Nuestra realidad es que a finales de marzo e inicio de abril tuvimos el pico de incidencia de casos, pero hace semanas que no vemos casos nuevos sugestivos de COVID19 y todos los pacientes están ya recuperados. Por suerte, las últimas semanas, a medida que se ha ido apagando el brote, estamos normalizando la consulta de nuevo.
A pesar de las dificultades y las preocupaciones generales que compartimos con todos vosotros en esta situación de alarma sanitaria, no podemos dejar de sentimos satisfechos de la vocación de servicio que hemos escogido realizar en esta vida y de nuestra experiencia en tiempos de epidemia. Para sorpresa de algunos, recordaros que la homeopatía ha cosechado sus mayores éxitos tratando epidemias a lo largo de su historia; cólera a finales del siglo XIX, gripe española a inicios del XX, gripe epidémica en 2011; y también en esta epidemia hemos podido comprobar una vez más la utilidad práctica de esta herramienta que usamos diariamente.
Desde la Academia Medico Homeopática de Barcelona, a la que pertenecemos, se ha impulsado un estudio pionero de recogida de casos de COVID19 tratados con homeopatía, en el que hemos trabajado activamente, y los resultados han sido excelentes. Hemos podido caracterizar la enfermedad, que era nuestro principal objetivo y además hemos podido analizar los resultados del tratamiento. Se han recogido casos de pacientes de todo tipo, desde casos leves a neumonías y pacientes ingresados y en todos ellos la homeopatía ha podido actuar efectivamente. Estamos terminando de actualizar los datos y en cuanto podamos compartiremos también con vosotros los resultados. Viendo toda la información disponible actualizamos el botiquín de remedios homeopáticos a tener en casa - teniendo en cuenta que si hay un nuevo brote se tendrá que individualizar de nuevo el tratamiento. Los remedios son Bryonia alba, Arsenicum album, Phosphorus, Nux moschata, Pulsatilla y Sulphur.
En cuanto a la situación actual, pensamos que es importante estar tranquilos. Prácticamente no hay casos de Coronavirus y opinamos que se debe ir hacía la recuperación de la normalidad y del día a día, sin grandes medidas de control. Debemos racionalizar las medidas de prevención y no dejar que el miedo se apodere de nuestros hábitos, pensar siempre si algo lo hacemos con razón o simplemente por miedo. Somos críticos con estas medidas de prevención impuestas en las últimas semanas, más estrictas que en período de brote epidémico, que lo único que estan consiguiendo es mantener a la población en un estado de alerta. Y pensamos que se deberían evaluar desde otros puntos de vista, porque en la salud de la población hay muchos factores a tener en cuenta. Limitar la salud y enfermedad con una visión mecanicista creemos que es un grave error; solo hablar del virus para entender la epidemia es una equivocación y peor aún si de lo que se trata es de buscar una solución a largo plazo. Debemos abordar el problema desde un aspecto integrativo, teniendo en mente la persona (huésped) y su higiene pero también su salud emocional, su estado mental y el entorno o sociedad en el que vive y se desenvuelve. Factores que también influyen enormemente en el pronóstico de cualquier patología. En este sentido, por ejemplo, ahora empezamos a ver los efectos del confinamiento, más allá del recuento de casos y muertos de COVID; sus consecuencias para la salud y los muertos derivados de su implementación irán tomando cuerpo en las próximas semanas y meses, y ya podemos ver el pánico de la gente mayor a salir de casa y la multitud de pacientes crónicos descompensados.
Dicho esto, entendemos los miedos de la medicina alopática y es verdad que el brote epidémico de COVID19 que hemos vivido ha sido histórico, por magnitud y mortalidad. Pero también es cierto que hablamos desde otra perspectiva, la homeopática, y tenemos otras herramientas para el tratamiento de casos agudos, los remedios homeopáticos. Después de esta experiencia nos sentimos más seguros en nuestra práctica y más preparados para cualquier dificultad que se nos presente en el futuro.
Un abrazo y SALUD!
Reflexions sobre salut i malaltia
Reflexions sobre salut i malaltia… des d’una perspectiva homeopàtica
Què és la salut?
És curiós perquè sempre els metges parlem més de malaltia que de salut. Em pregunto: potser és perquè la salut és una cosa inherent a la vida i definir-la seria tan difícil com definir la mateixa vida? O potser perquè ningú està sa del tot?... Probablement la salut-malaltia és una escala de grisos, més que no pas una dualitat. Podríem dir que hom pot estar en equilibri, però sempre és un equilibri inestable; tots tenim certa tendència innata a emmalaltir. O gairebé tots.
En aquest sentit, és enriquidor visitar nens i en especial menors de 2 anys. Et dónes compte que tots naixem amb una càrrega genètica o constitució i una certa predisposició individual a emmalaltir (epigenètica?). En la visita homeopàtica, entens que allò que manifesta el nen en els primers mesos de vida no és res més que el resultat d’un desequilibri profund heretat. Pot haver-hi un embaràs sense complicacions, un part natural, sense patiment fetal, una lactància materna adequada... i, així i tot, veus com es desenvolupen tendències a emmalaltir d’una certa manera, és a dir, patologies repetides, com per exemple otitis mitjanes de repetició. No trobes factors desencadenants a la història clínica, no hi ha malformacions òssies, etc., així que et preguntes, d’on prové aquesta susceptibilitat? Què fa que aquest nen tingui otitis mitjanes i altres no? En homeopatia, entenem que aquesta tendència prové dels pares i per definir aquesta susceptibilitat o tendència a emmalaltir utilitzem el concepte de miasma. És un mot antic i a vegades dóna peu a malentesos, però a grans trets per miasma ens referim a una malaltia energètica crònica; un desequilibri crònic i heretable dels mecanismes de regulació i funcionament interns, que ens predisposa a múltiples patologies i desajusts, i que habitualment es relaciona amb les patologies o vivències dels nostres avantpassats. És curiós perquè aquesta última definició, lligada a un concepte homeopàtic de fa més d’un segle i mig, no dista molt de l’epigenètica moderna. Tots tenim una constitució genètica concreta però el medi i els estímuls externs determinen l’expressió d’aquests gens. Per altra banda, quan en homeopatia ens referim a energètica, un terme tan dissonant a la “ciència actual”, estem fent èmfasis en el caràcter profund, global i que va més enllà de l’organicitat, d’aquesta desregulació; per això ens sembla útil mantenir-lo. Però si no us sentiu còmodes podríem usar un concepte més acceptat com és el d’homeorrexis; que és la tendència de tot ésser viu a mantenir una certa estabilitat biològica adaptant-se als canvis.
Tornant a la visió de malaltia que aporta l’homeopatia, podem dir, usant els seus conceptes, que aquesta energia vital que regeix les funcions de l’organisme està alterada i provoca un desajust en el correcte funcionament de les funcions vitals – l’eix psico-immuno-endocrino cada vegada més estudiat en alguns àmbits. Aquest desajust, s’expressa inicialment per una alteració funcional, aquelles petites molèsties que ens diuen que alguna cosa no va del tot bé, però que no es poden emmarcar en cap terme diagnòstic, per exemple, una digestió pesada, poca tolerància els greixos, flatulències abundants, regles doloroses, suor àcida, peus sempre freds, son interromp... Com més profund sigui el desajust, es manifestarà amb símptomes o patologies cada vegada més evidents, com còlics, otitis mitjanes supurades, estrenyiment crònic, etc., en el cas dels lactants. Tots aquests símptomes, tant els subtils com els més evidents, conformen una imatge general de disfunció. Pels homeòpates, aquesta imatge és l’expressió de la malaltia interna, la manifestació local de la susceptibilitat mòrbida global; i és tot aquest conjunt el que tractem amb el remei homeopàtic. I això ho fem, com dèiem a l’entrada anterior del blog FAQs en homeopatia, donant un estímul subtil i molt individualitzat, perquè l’organisme respongui amb una reacció curativa, trobant un nou estat d’equilibri.
I tots naixem amb aquesta tendència a emmalaltir de la que parlàvem? Us podria dir que tan sols aproximadament 2 de cada 100 pacients menors de 2 anys que visito no precisa tractament homeopàtic. Què vol dir això? Tot i que hi ha molts pacients que venen per un problema concret, molts pares porten el seu fill per fer un control de salut i un seguiment mèdic; la majoria d’aquests nens estan sans i no tenen cap patologia concreta, però, malgrat tot, reben tractament homeopàtic. És a dir, presenten símptomes homeopàtics, aquests petits desajusts en el funcionament diari que denoten que l’organisme no funciona tot el bé que podria fer-ho i que, per tant, si hi ha algun factor extern, com per exemple una epidèmia de grip, tindran més predisposició a desenvolupar la malaltia que una altra persona. Precisament fent tractament homeopàtic en persones sanes, aconseguim un major nivell de salut i una millor resposta a les eventuals malalties agudes. Per altra costat està el 2% d’aquests petits que no presenta cap símptoma o és tant lleu que no conforma cap imatge suficientment nítida per fer una prescripció. I el més interessant és que la majoria d’aquests pacients són fills de segona o tercera generació de persones tractades amb homeopatia! Aquest fet, descrit a la literatura homeopàtica des de fa molts anys, vol dir justament el que parlàvem abans, que amb el tractament homeopàtic aconseguim que aquesta predisposició a emmalaltir que tots tenim es modifiqui en els nostres pacients però també es redueixi al mínim en els seus fills. A la consulta tenim la sort de poder tractar 3 o 4 generacions d’una mateixa família i ens sorprèn i ens encoratja a seguir treballant quan veiem que no només hem ajudat una persona sinó a la seva descendència.
Per tant, com podríem definir la salut? La salut és el correcte funcionament de totes funcions vitals; una bona digestió, nutrició, son, adaptació al medi extern; i un desenvolupament intel·lectual, psíquic i emocional equilibrat, és a dir, un bon context físico-psíquico-emocional que permet que la persona pugui manifestar al màxim les pròpies capacitats.
Reflexiones sobre salud y enfermedad… desde una prespectiva homeopática
¿Qué es la salud?
Es curioso porque siempre los médicos hablamos más de enfermedad que de salud. Me pregunto: quizás es porque la salud es algo inherente a la vida y definirla sería tan difícil como definir la vida misma? O quizá porque nadie está sano del todo? ... Probablemente la salud-enfermedad es una escala de grises, más que una dualidad. Podríamos decir que se puede estar en equilibrio, pero siempre es un equilibrio inestable; todos tenemos cierta tendencia innata a enfermar. O casi todos.
En este sentido, es enriquecedor visitar niños y en especial menores de 2 años. Te das cuenta que todos nacemos con una carga genética o constitución y una cierta predisposición individual a enfermar (epigenética?). En la visita homeopática, entiendes que lo que manifiesta el niño en los primeros meses de vida no es más que el resultado de un desequilibrio profundo heredado. Puede haber un embarazo sin complicaciones, un parto natural, sin sufrimiento fetal, una lactancia materna adecuada ... y, aun así, ves cómo se desarrollan tendencias a enfermar de una cierta manera, es decir, patologías repetidas, como por ejemplo otitis medias de repetición. No encuentras factores desencadenantes en la historia clínica, no hay malformaciones óseas, etc., así que te preguntas, de donde proviene esta susceptibilidad? ¿Qué hace que este niño tenga otitis medias y otros no? En homeopatía, entendemos que esta tendencia proviene de los padres y para definir esta susceptibilidad o tendencia a enfermar utilizamos el concepto de miasma. Es una palabra antigua y a veces da pie a malentendidos, pero a grandes rasgos por miasma nos referimos a una enfermedad energética crónica; un desequilibrio crónico y heredable de los mecanismos de regulación y funcionamiento internos, que nos predispone a múltiples patologías y desajustes, y que habitualmente està relacionado con las patologías o vivencias de nuestros antepasados. Es curioso que esta última definición, ligada a un concepto homeopático de hace más de un siglo y medio, no dista mucho de la epigenética moderna. Todos tenemos una constitución genética concreta pero el medio y los estímulos externos determinan la expresión de estos genes. Por otra parte, cuando en homeopatía nos referimos a energética, un término tan disonante a la "ciencia actual", estamos haciendo énfasis en el carácter profundo, global y que va más allá de la organicidad, de esta disregulación; por eso, nos parece útil mantenerlo. Pero si no se sienten cómodos podríamos usar un concepto más aceptado como es el de homeorrexis; que es la tendencia de todo ser vivo a mantener una cierta estabilidad biológica adaptándose a los cambios.
Volviendo a la visión de enfermedad que aporta la homeopatía, podemos decir, usando sus conceptos, que esta energía vital que rige las funciones del organismo está alterada y provoca un desajuste en el correcto funcionamiento de las funciones vitales - el eje psico-inmuno-endocrino cada vez más estudiado en algunos ámbitos. Este desajuste, se expresa inicialmente por una alteración funcional, esas pequeñas molestias que nos dicen que algo no va bien del todo, pero que no se pueden enmarcar en ningún término diagnóstico, por ejemplo, una digestión pesada, poca tolerancia las grasas, flatulencias abundantes, reglas dolorosas, sudor ácida, pies siempre fríos, sueño fragmentado... Cuanto más profundo sea el desajuste, se manifestará con síntomas o patologías cada vez más evidentes, como cólicos, otitis medias supuradas, estreñimiento crónico, etc., en el caso de los lactantes. Todos estos síntomas, tanto los sutiles como los más evidentes, conforman una imagen general de disfunción. Para los homeópatas, esta imagen es la expresión de la enfermedad interna, la manifestación local de la susceptibilidad mórbida global; y es todo este conjunto el que tratamos con el remedio homeopático. Y esto lo hacemos, como decíamos en la entrada anterior del blog FAQs en homeopatía, dando un estímulo sutil y muy individualizado, para que el organismo responda con una reacción curativa, encontrando un nuevo estado de equilibrio.
¿Y todos nacemos con esta tendencia a enfermar de la que hablábamos? Os podría decir que tan sólo aproximadamente 2 de cada 100 pacientes menores de 2 años que visito no precisa tratamiento homeopático. ¿Qué significa esto? Aunque hay muchos pacientes que vienen por un problema concreto, muchos padres traen a su hijo para hacer un control de salud y un seguimiento médico; la mayoría de estos niños están sanos y no tienen ninguna patología concreta, pero, sin embargo, reciben tratamiento homeopático. Es decir, presentan síntomas homeopáticos, estos pequeños desajustes en el funcionamiento diario que denotan que el organismo no funciona todo lo bien que podría hacerlo y que, por tanto, si hay algún factor externo, como por ejemplo una epidemia de gripe, tendrán más predisposición a desarrollar la enfermedad que otra persona. Precisamente haciendo tratamiento homeopático en personas sanas, conseguimos un mayor nivel de salud y una mejor respuesta a las eventuales enfermedades agudas. Por otra lado está el 2% de estos pequeños que no presenta ningún síntoma o es tanto leve que no conforma ninguna imagen suficientemente nítida como para hacer una prescripción. Y lo más interesante es que la mayoría de estos pacientes son hijos de segunda o tercera generación de personas tratadas con homeopatía! Este hecho, descrito en la literatura homeopática desde hace muchos años, quiere decir justamente lo que hablábamos antes, que con el tratamiento homeopático conseguimos que esta predisposición a enfermar que todos tenemos se modifique en nuestros pacientes pero también se reduzca al mínimo en sus hijos. En la consulta tenemos la suerte de poder tratar 3 o 4 generaciones de una misma familia y nos sorprende y nos alienta a seguir trabajando cuando vemos que no sólo hemos ayudado a una persona sino a su descendencia.
Por lo tanto, como podríamos definir la salud? La salud es el correcto funcionamiento de todas funciones vitales; una buena digestión, nutrición, sueño, adaptación al medio externo; y un desarrollo intelectual, psíquico y emocional equilibrado, es decir, un buen contexto físico-psíquico-emocional que permite que la persona pueda desarrollar al máximo sus propias capacidades.